martes, 23 de febrero de 2010

¡Qué rápido se pasa el tiempo!

El título de esta anotación lo solemos repetir más a menudo según nos vamos haciendo mayores. Cada vez nos parece que los años pasan más rápido.. ¡parece que fue ayer cuando estabamos comiéndonos las uvas y ya estamos casi en Marzo!


Esto realmente tiene su explicación, y es que a medida que envejecemos la pila del reloj de nuestro cerebro se va agotando y esto hace que se ralentice. En el siguiente experimento se pudo comprobar este hecho. A tres personas, una de 20, otra de 50 y otra de 70 años se le dijo que midieran mentalmente 3 minutos. Para ello cuenta cada uno con un pulsador para parar su cronómetro. El de 20 años lo para justo a tiempo; el de 50 tarda 20 segundos más; y el de 70 casi cuando se cumplían casi 4 minutos.

Esto se debe a un neurotransmisor llamado dopamina. La cantidad de dopamina hace que se tenga una percepción del tiempo transcurrido diferente. Si se incrementa esta sustancia el reloj interno del cerebro irá más rápido; si se decrementa irá más lento. Esto significa que a medida que envejecemos el nivel de dopamina es menor y por lo tanto nos parece que el tiempo transcurre más rápido (la persona de 70 años creía que habían pasado 3 minutos y realmente habían pasado 4!)


¿Se podría entrenar el cerebro para cambiar la percepción del paso del tiempo? Es decir, conseguir que el rejol cerebral vaya más deprisa o más lento que el reloj real. Esto dice haberlo conseguido Mike Hall, un deportista que dice haber aprendido a acelerar su reloj cerebral. Es decir, a tener la percepción de que transcurre el tiempo más lentamente. Mike practica el squash y gracias a esta virtud dice haberse convertido en un mejor jugador: puede ver como rebota la pelota más lentamente y golpearla más facilmente.
Esto me recuerda a la escena de Matrix en que Neo esquiva la bala...




Fuente: 1, 2

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